Se nos dice desde que somos pequeños que cada uno tiene un talento especial para cada cosa, que ninguno es mejor que otro si no que simplemente somos diferentes.
Pero no podemos negar que a veces las diferencias son tan grandes que se hacen insoportables.
Unos intentan cambiar para asemejarse a las expectativas de otro. También están los que intentar cambiar a otros para equipararlos a ellos mismos.
Y luego estamos el resto, los que tratamos de encontrar algo o alguien que encaje o que al menos se parezca a nuestra idea inicial…los que preferimos perder la ilusión una y otra vez decepcionándonos con lo encontrado pero que jamás intentaríamos modificar la naturaleza de nada ni de nadie porque eso es solo engañarse a uno mismo, y como ya sabemos: la naturaleza siempre termina venciendo.
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