miércoles, 13 de abril de 2011

tuz


Gracias a los amigos nos vamos conociendo, nos desarrollamos y tenemos la compañía necesaria para recorrer la vida sin miedo excesivo a las caídas, ya que actúan como amortiguador, como un punto de apoyo para seguir adelante. No con todos los amigos mantenemos la misma cercanía emocional. La diferencia estriba en cuánto y cómo compartimos y en el grado de implicación . Las situaciones difíciles por las que todos pasamos se encargan de distinguir la calidad de nuestras amistades. Porque es muy habitual que amigos de toda la vida mantengan una relación superficial en la que compartir el tiempo de ocio es la única plasmación de la relación y cuando muchas veces te das cuenta de esto sientes que el tiempo que ha transcurrido ha sido simplemente tiempo, es decir, algo absurdo. Menos mal, que el resto de ellos pueden llegar a suprimir este sentimiento de melancolía.

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