martes, 25 de enero de 2011

Conejos a juego con lofs minimalistas.

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Me dio pena recordar que, a veces, las personas, como yo, recurrimos a pensar que todo lo vivido en un pasado, perdura en un presente y perdurará en un futuro, sin tener intención alguna de abrir los ojos y darnos cuenta de lo que realmente tenemos ante nosotros. Nos negamos a reconocer que hay cosas que irremediablemente cambian, que hay otras que se terminan, tal cual, sin ningún tipo de explicación, que lo que un día fue imprescindible en nuestras vidas, ha desaparecido, se ha desvanecido para siempre. Nos ceñimos a pensar que somos incapaces de acostumbrarnos a eso, y creamos un mundo paralelo a la realidad en el que todo funciona o ha de funcionar como nosotros esperamos, en el cual todo es como nosotros queramos que sea. Nos negamos a despertar y asumir como realmente son las cosas, a decidir poner punto y final a un capítulo de nuestra vida, y comenzar nueva página, a dejar de pretender vivir constantemente en un pasado y atrevernos a abrir nuevas puertas. Inconscientemente, suprimimos todas las oportunidades de cambio que se nos presentan, estoy seguro de que infravaloramos incontables situaciones y dejamos pasar de largo a infinitas personas que nos podrían proporcionar justo lo que necesitamos… Nos convencemos de que si hemos llegado a experimentar en algún momento lo que es tener absolutamente todo lo que se quiere, no importa el tiempo que haya pasado desde entonces, que puede seguir siendo así, que por mil percances que hayan habido de por medio, nada ha cambiado. Suponemos que si nos convencemos de que algo es de cierta manera, el resto del mundo también lo ve de ese modo. Nos da miedo ponerle fin a algo que creemos que nos ha aportado todo lo que hemos necesitado, por pánico a anular la opción de presionar el botón de «retroceder» en la historia de nuestra vida, o simplemente por creer que no vamos a volver a encontrar jamás algo igual.

jueves, 20 de enero de 2011

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡HOY ES MI CUMPLEAÑOS!!!!!!!!!!!!!!!!!



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"La sensación esa... como decirte... sí, esa sensación que tienes cuando ves a alguien, le miras, le sonríes y piensas: ese es mi amigo. La sensación esa que te hace sufrir con el otro más que si fueras tú la otra persona; la sensación esa que te hace inflarte de orgullo cuando en una conversación dices que ese del que hablan es tu amigo. Esa sensación que te parte el alma en dos cuando se marcha y te la multiplica por tres cuando está contigo. La sensación que te hace reír con él como si fuera la última vez que ríes; pero que no te hace llorar con él. No lloras porque esa sensación te hace más fuerte cuando él llora, y te impulsa a abrazarlo y a envolverlo con tus consuelos. ¿Lo vas captando? ¿Ves la inmesidad de esa sensación? ¿Ves qué es mágica, irrepetible, única? Quizá si lo defines sabrás como se llama. Es esa sensación que surge con una mirada, el primer día de colegio, se va alimentando de vivencias y recuerdos magníficos y muy únicos y se termina el día en el que mueres. O no... no, no se termina el día en el que mueres. Porque incluso cuando decides volar libre, decides dejar al alma libre; la amistad te obliga a buscar con desesperación el alma del amigo, casi como si fueras a volver a morir y ese fuera tu último deseo; la amistad te obliga a buscar su alma y a darle la mano. A darle la mano y a volar con él repartiendo toda la risa del mundo y lo más importante, inflando de amistad las almas de otras personas. Porque sí, esa sensación se llama amistad. Bonita palabra."

Belén Carrero

miércoles, 19 de enero de 2011

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En la foto: Granadilla (L)

La paradoja de nuestro tiempo es que tenemos edificios más altos y temperamentos más reducidos, carreteras más anchas y puntos de vista más estrechos. Gastamos más pero tenemos menos, compramos más pero disfrutamos menos. Tenemos casas más grandes y familias más pequeñas, mayores comodidades y menos tiempo. Tenemos más grados académicos pero menos sentido común, mayor conocimiento pero menor capacidad de juicio, más expertos pero más problemas, mejor medicina pero menor bienestar.

Bebemos demasiado, fumamos demasiado, despilfarramos demasiado, reímos muy poco, conducimos muy rápido, nos enojamos demasiado, nos desvelamos demasiado, amanecemos cansados, leemos muy poco, vemos demasiado televisión y rezamos muy rara vez.

Hemos multiplicado nuestras posesiones pero reducido nuestros valores. Hablamos demasiado, amamos demasiado poco y odiamos con mucha frecuencia.

Hemos aprendido a ganarnos la vida, pero no a vivir. Añadimos años a nuestras vidas, no vida a nuestros años. Hemos logrado ir y volver de la luna, pero tenemos dificultad para cruzar la calle y conocer a un nuevo vecino. Conquistamos el espacio exterior pero no el interior. Hemos hecho grandes cosas pero no por ello mejores.

Hemos limpiado el aire, pero contaminamos nuestra alma. Conquistamos el átomo, pero no nuestros prejuicios. Escribimos más pero aprendemos menos. Planeamos más pero logramos menos. Hemos aprendido a apresurarnos, pero no a esperar. Producimos computadoras que pueden procesar mayor informacion y difundirla, pero nos comunicamos cada vez menos.

Estos son tiempos de comidas rápidas y digestión lenta, de hombres de gran talla y cortedad de carácter, de enormes ganancias económicas y relaciones humanas superficiales. Hoy en día hay dos ingresos monetarios pero más divorcios, casas más lujosas pero hogares rotos. Son tiempos de viajes rápidos, pañales desechables, moral descartable, relaciones de una noche, cuerpos obesos y píldoras que lo hacen todo: desde alegrar y apaciguar hasta matar. Son tiempos en que hay mucho en el escaparate y muy poco en la bodega. Tiempos en que la tecnología puede hacerte llegar esta carta, y en que tú puedes elegir compartir estas reflexiones o simplemente borrarlas.

Acuérdate de pasar algún tiempo con tus seres queridos porque ellos no estarán aqui siempre.

Acuérdate de ser amable con quien ahora te admira, porque esa personita crecerá muy pronto y se alejará de ti.

Acuérdate de abrazar a quien tienes cerca porque ese es el único tesoro que puedes dar con el corazón sin que te cueste ni un céntimo.

Acuérdate de decir te amo a tu pareja y a tus seres queridos, pero sobre todo díselo sinceramente. Un beso y un abrazo pueden reparar una herida cuando se dan con toda el alma.

Acuérdate de cogerte de la mano de tu ser querido y atesorar ese momento, porque un día esa persona ya no estará contigo.

Date tiempo para amar y para conversar, y comparte tus más preciadas ideas.

Y recuerda siempre que la vida no se mide por el número de veces que tomamos aliento, sino por los extraordinarios momentos que nos lo quitan.

George Carlin.
*hoy actualizo con este texto, que me encanta

martes, 18 de enero de 2011

He vivido vidas totalmente paralelas; he cambiado, he evolucionado en todos los sentidos; he experimentado, vivido, reido y llorado como nadie. Y como muchos. He sorprendido y me han sorprendido; he callado y he hablado más de la cuenta. He bebido, saltado, cantado, asustado... He hecho todo eso. He salido de fiestas y e hecho fiestas. Y me han dejado sin fiesta; eso también. Me han hecho odiar, y he odiado; e incluso seguro he hecho odiar. He tirado más de mil sonrisas a la basura, al igual que muchas de ellas las he guardado en lo más profundo de mi alma. He hecho amigos, he hecho hermanas y hermanos; he hecho amistades de esas que hoy cumplen momentos conmigo; he hecho amistades que son más que una amistad, y que dos,y que tres...He descubierto miles de cosas, y le he echado muchas narices a la vida en diferentes momentos; aunque también me he acojonado en otros. He pasado miles de cosas, rodeado de gente que puede que ya ni esté en mi vida, aunque todas siguen de una forma u otra. He seguido ahí, como siempre, y seguiré toda mi vida, para muchos, y para otros no tanto.
La vida nunca nos pregunta qué queremos, o quizás si lo hace, pero no nos damos cuenta y nosotros simplemente elegimos involuntariamente. voy a aprovechar cada momento, voy a hacer todo lo posible porque sea increíble, porque sea único cada momento. Y no habrá ni un segundo en el que no piense en lo que significais para mi, y en lo que a algunos os echo de menos.

domingo, 9 de enero de 2011

sábado, 8 de enero de 2011



He practicado mucho últimamente la pintura abstracta, extremadamente abstracta, sin pincel, sin pintura, sin lienzo. Sólo la pienso

martes, 4 de enero de 2011

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“No estaría mal tener memoria de pez, así, cada vez sería la primera vez. Aprenderías algo y lo olvidarías. Todos los días la mirarías con ojos nuevos. Cualquier cosa sería lo nunca visto. No tendrías malos recuerdos. Y vivirías la primera vez una y otra vez. Pero no…no somos peces, ni falta que hace”.

domingo, 2 de enero de 2011

Aviso a toda la población: el simulacro d Paz y Amor ha finalizado. Guarden los langostinos, insulten a sus cuñados y disuélvanse. Feliz Año